lunes, 16 de noviembre de 2009

Una temporada en Isla Negra y Una temporada en el Infierno

Cuando comencé a idear este espacio, lo imaginaba como una galería de dibujos que irían retratando mi paso por Isla Negra, capturando este lugar encantador con sus paisajes y su gente. Y luego cuando pensé en cómo llamar a este blog recordé el título del libro “Una temporada en el infierno”, no por hablar de un mal lugar, si no que más bien por el concepto de temporada, de mi estadía por la zona y por supuesto mencionar de paso el genial trabajo de Rimbaud. Pero cuando empiezas a vivir en un lugar, te asientas en él, es como si te dejaran entrar tras bambalinas y observaras detrás de las hermosas figuras pintadas sobre el plató sus estructuras de madera deteriorada y sucia, y sucede que la magia que veías en un principio comienza a desvanecerse, la magia del espacio y de la gente. Pero lo que va tornando al título algo más relacionado con la connotación rimbaudiana del averno, porque me imagino que esto debe pasar con casi todos los lugares del mundo, es que te encuentras con la realidad que menciona el sabio dicho popular: “Pueblo chico, infierno grande”. De todas formas nunca me imaginé que el nombre del libro y el del blog irían tomando muchisima menos distancia. Habitando este lugar he descubierto que la mayoría de la gente en la Isla es una verdadera lata, mal educada, sumamente egoísta y apática entre ella misma, algo idiota muchas veces, perdónenme que lo diga. Quien sabe esto se deba a que, por lo que he sabido y no sé qué tan cierto sea, son sólo unas cuantas familias las que han ido poblando toda esta pequeña localidad, tal ves eso haya provocado algún tipo de problema genético, quién sabe... no, no, estoy bromeando. Es cierto sí que por alguna razón albergan un extraño resentimiento hacia la imagen de Neruda, la misma que sustenta la economía del lugar, la misma que se repite por todos los rincones del pueblo. Y es que al parecer este tipo no caminaba sonriendo y saludando a toda la gente y mucho menos regalando su dinero a los humildes habitantes Isleños, como correspondería al comportamiento de un verdadero comunista creerían ellos. Imagino, espero así sea, que se hace evidente que estoy exagerando en todo esto, claro que existe gente hermosa en este lugar, claro que como lugar turístico transita gente también muy hermosa por aquí y claro que existen también hermosos espacios de encuentro y conversación, como son las tertulias que se llevan a cabo quincenalmente con gente muy interesante en la casa de Neruda o en la tienda Kilantú, instancias que yo por lo menos no me he topado en otros lugares.
Fuera de todo esto, me parece excelente que el titulo del blog rememore en algo a Rimbaud, puede que sea sólo idea mía, pero quizás para algunos suene un poco como aquel maravilloso libro de poesía maldita, libro que de vez en cuando vuelvo a ojear como quien escucha ese disco antiguo una y otra vez por el resto de sus días. Pese a que no soy un gran conocedor de poesía como quisiera, o ni siquiera tal vez mediano conocedor, es una obra muy importante para mí. Recuerdo la experiencia que significó encontrarme con “Una temporada en el infierno”, con la descripción de esos paisajes de aire denso y viciado, con esa injuria a la belleza, la sorpresa que causó en mi la actitud de aquellas líneas, sobre todo en tiempos de lectura adolescente, líneas que ha pesar del tiempo las sigo sintiendo llenas de energía. Bueno, y no está de más decir que extraño mucho dicha actitud últimamente, es algo que realmente escasea por estos días en nuestra sociedad llena de conformismo y entumecimiento intelectual en que la gente piensa, desea, compra y ama lo que los idiotas de la televisión le digan.
A todo esto había preparado un dibujo de la famosa y casi única foto conocida de Rimbaud para el lanzamiento de este espacio, pero se fue en las contentas manos de una chica argentina evidentemente amante de la poesía, esto mientras me encontraba dibujando unos retratos en una pequeña plaza que está a unos pasos de la casa de Neruda. El problema es que olvidé hacer un registro de aquel trabajo, así que si existiera la casualidad de que aquella chica se encuentre con este blog, espero me haga llegar una foto de él, poco probable, ¿verdad?. En fin, hasta que no dibuje otro o no reciba alguna imagen de Argentina, estaré en deuda con este blog.
Aquí está en todo caso un dibujo de Jimmi Hendrix que se encontraba en mi atril junto al de Rimbaud, se lo llevó un chico llamado Eduardo, lamentablemente otro caso extraño ya que la mayoría de los cabros que pasaban por ahí no sabían quien mierda era ese negro, algunos, los que más se acercaban, creían que era Bob Marley, pero definitivamente les digo que no es un cantante de reggeaton. Así que cuando aparecía alguien y reconocía a estos personajes, de verdad que me alegraba el día. Además todo esto hacía que me preguntara, y claro que lo sigo haciendo ¿Qué chucha pasa con la Poesía y el Rock en este país?!


Tinta china sobre papel couche

Bueno, y para que no quede gusto a poco, adjunto el afiche que diseñé para el pasado Natalicio Nerudiano, que a excepción del texto está enteramente desarrollado en 3D Studio Max. Lamentablemente el que salió a imprenta, muy a pesar mío y con varias discusiones de por medio, quedó un poco más cargado de publicidad, pero eso ya es otra historia.